Nunca me había pasado esto en mucho tiempo, pero llevaba cuatro horas con el folio en blanco, intentando escribir, y mi desesperación fue en aumento.
Llame de inmediato a mi amiga la meretriz del barrio,para que me relajase durante media hora o más, terminando la primera vez, se presentó la musa, así de repente y repelente, ahora éramos tres en mi cama, yo mi amiga y mi imaginación virtual en forma de musa creativa.
Me levante de la cama y deje a Esther en la cama mientras me puse a escribir estas mis primeras palabras a la mujer que pague, más por
inspirarme que por el sexo en si....
...y ahora si que estos últimos párrafos, son más por ella y solo por ella, y fue mejor pagada por estas palabras, que por el placer que me proporcionaba.
En este día de otoño en cerebro gris de que lo llene de blanco...
...y sin más me volví a la cama a seguir fornicando, con la imagen del cuadro colgado y mis letras por ti pensando.
Manu
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