La edad
Hay cosas que ocurren con 18 años,
otras con 30 años,
más otras con 45 años, cada edad tiene su dosis de amor.
Y
a ciertas edades uno va necesitando algo más que una chabola o un pajar
para amar,
porque los males a ciertas edades dan a la larga más
achaques que placeres,
y si he de complacer a una mujer que sea con una
copa fría,
una casa caliente y una cama ardiente,
y si he de elegir
todas estas comodidades no es por ser caprichoso,
es por necesidad de la
edad.
Manu