Ya no

 

 Ya no

 

 

Ya no deshojo margaritas diciendo....

Me amas, no me amas..

 

Ahora deshojo desde mi cama preguntándome...

..Me levanto o no me levanto.

 

Que pereza otra vez escribiendo sin certeza.

 

Manu

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Cromo, tetrabrik, candidez y recesión.

 

 

 

 

Cromo, tetrabrik, candidez y recesión.

 

El cromo adhesivo se pegó en mi corazón lleno de pena, mientras la recesión llegaba al zumo en tetrabrik y con toda candidez yo te mire una vez más y te bese.

 

Te fuiste en cuatro frases en mi boca.

        Y ahora en mi locura, no se que hacía en ese momento triste, con un cromo invisible, tetrabrik vacío, la candidez que había perdido, en la recesión de mis sentidos.

       De pronto desperté junto al espejo roto, y supe de mi pesadilla con ella a mi lado y las cuatro palabras junto al lago.

 

Manu

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Allí, donde el sauce llora sobre el río...

Allí, donde el sauce llora sobre el río...

En el bosque encantado, allí donde nace el río, me gusta ir a bañarme desnudó, arroparme con las ramas colgantes de los sauces.

Llorar lo que nunca he logrado llorar, pensar lo que he soñado, escribir los poemas verdes, el mural del cielo de frente y el agua mansa en mi, recorriendo mi piel.

Ver el campo florido, alfombra de musgos a mis pies, y el sauce llorando y dormido junto al río cuando murió el ciprés.

Y allí, donde el sauce llora sobre el río, lo más bonito, lo más florido, lo más desnudó, el más opaco nido de urracas blancas y mirlos negros.

En mis sueños, solos tu y yo, en una cama verde de cipreses a los pies, el cielo azul y las nubes blancas mirando observando nuestro amor, vigilantes de los cuerpos, amigos de lo tierno, soberanos, y sopranos al aire cantando.

Y despierto, otra vez solo y desnudó llorando lo que en sueños he vivido.

Y me veo rodeado de ramas largas, de pequeñas hojas, tronco recto, alto, ancho y erguido, expandiendo sus ramas bebiéndose el río.

Yo tan libre, tu frondoso y lleno

Escondiendo mi desnudó cuerpo de versos llenos.

Manu

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