Dime, hermano
Dime, que se escucha desde tu muerte, como son los silencios ahí encerrado.
Sabes algo de nosotros o estás absorto en tu reposo.
De que color es el cielo, si es azul para ti o gris, o quizás lo ves como lo veo yo.
Si estás triste o alegre, háznoslos saber, envíanos una señal, para saber si estás.
Dinos, hermano ¿como estas?
Si tus carnes el tiempo las a mordido o por el contrarío te has levantado, recorriendo el campo santo, en busca de paz.
Al
menos ibas preparado, con tu traje negro, dos mecheros, cajetilla de
tabaco, pero se me olvidó meterte dinero, por si regresabas en metro.
Dime,
hermano, es tan bonito el lugar, que nadie regresa de su encierro, es
acaso una utopía, que nadie vuelve porque no encuentran el camino y
están perdidos.
Cuando vaya a tu sepulcro, házmelo saber cuando te coloque flores blancas y te hable en mi silencio.
Manu
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