Allí, donde el sauce llora sobre el río...
En el bosque encantado, allí donde nace el río, me gusta ir a bañarme desnudó, arroparme con las ramas colgantes de los sauces.
Llorar
lo que nunca he logrado llorar, pensar lo que he soñado, escribir los
poemas verdes, el mural del cielo de frente y el agua mansa en mi,
recorriendo mi piel.
Ver el campo florido, alfombra de musgos a mis pies, y el sauce llorando y dormido junto al río cuando murió el ciprés.
Y
allí, donde el sauce llora sobre el río, lo más bonito, lo más florido,
lo más desnudó, el más opaco nido de urracas blancas y mirlos negros.
En
mis sueños, solos tu y yo, en una cama verde de cipreses a los pies, el
cielo azul y las nubes blancas mirando observando nuestro amor,
vigilantes de los cuerpos, amigos de lo tierno, soberanos, y sopranos al
aire cantando.
Y despierto, otra vez solo y desnudó llorando lo que en sueños he vivido.
Y
me veo rodeado de ramas largas, de pequeñas hojas, tronco recto, alto,
ancho y erguido, expandiendo sus ramas bebiéndose el río.
Yo tan libre, tu frondoso y lleno
Escondiendo mi desnudó cuerpo de versos llenos.
Manu
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