miércoles, 26 de diciembre de 2018

Soy

 
 
Soy
 
Soy una molécula en el alma de la vida, un corazón latiendo en mitad de mi nada, la razón de un poema en desbandada, unas letras inacabadas, memoria en el ángulo muerto de la sien, perturbado nocturno en canción de rock.
Soy el engaño de mi mismo, solitario encuentro de mi sombra, asombrado en el sembrado de la razón, plástico de un mar desierto a la deriva de la locura, soy la búsqueda de la justicia, el encuentro contigo soñado, desolado o asolado en el solado de un callejón sin retorno, calle muerta junto a mi puerta, frío helado en tus labios de fresa.
 
Soy una silla abandonada en el jardín, una amapola contando historias, un campo en barbecho y deshecho, el descanso del villano, el que no da tregua al alba y al alma, el que madruga con una canción, quien te acuna y te cura, anima que va rota de sepultura en sepultura, el paisaje olvidado por el olvido, principe de los bajos fondos del pantalón, música de los ochenta, latino por definición o por defunción, función continua en el cine Niza, adoquín robado en Praga, mantero en su tierra, concertina en la fundición, desgarrador testimonio en rebeldía, motero en la ruta sesenta y seis, soy lo que soy en un mundo al revés.
 
Soy bandera blanca o el pañuelo del pirata, un pecio bajo el mar expoliado, enamorado de la luna, hipnotizado por tu amor, el momento más intenso y pequeño de un encuentro, tu soledad más sonora, la sonora orquestas del cabaret, el cabaret vacío antes de solar, un solar donde solía jugar, canica vieja de cristal, barro que deja la lluvia de tus ojos, ojo que mira al sol, sol que alumbra tus pupilas, color esmeralda en tu eso espalda, el desayuno en un motel de carretera, coche abandonado y sin motor, el arranque de mi voz callada.
 
¿Y tu, que eres, tu?
 
Manu

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