El coche mi yo y mi sombra
Yo
estaba dormido, soñando plácidamente, de mi cuerpo se escapo mi sombra,
mi otro yo, queria saber lo que era la velocidad, sin yo estar
presente, quería por unos minutos ser libre de mi cuerpo, abrio la
puerta del garaje, que se accedía por dentro de la casa. las llaves
siempre las dejaba puestas.
Arranco el
motor, de ocho cilindros y trescientos caballos de potencia, por
supuesto lo iba a conducir mi sombra, y mi sombra sin mi yo, no somos
nadie. Salio a la carretera y acelero a fondo, salto enseguida el turbo,
acelero tan fuerte que nadie era capaz de darle alcance.
La
policía lo persiguió, hasta que el vehículo derrapo en una curva y fue a
chocar contra un pilar de un puente, tal fue el golpe que se convirtió en una amasijos de hierros retorcidos.
Al acercarse los agentes para auxiliar, vieron que no había nadie dentro del coche...
...Y yo, sin mi sombra muerto en el sillón.
Manu
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