Gorrion
Cuando tus pechos erguidos toquen el cielo de mi erguida ganas, tu piel me arrope en el invierno frío aterciopelado, tus besos calmen la sed de mi empeño rebelde, tus brazos calienten por fin mi alma inerte y tus ojos resuciten mis ganas por ti, solo entonces me entregaré a ti, como un gorrión desvalido en medio de la nieve con las patas congeladas esperando a ser calentadas por el halo de tu aliento, un abrazo compacto, las ganas acompasadas de tus movimientos en mi cama, y la piel en calma, solo así, solo así tuyo seré.
Manu
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